Cutibacterium acnes y su relevancia en el acné: Descubriendo alternativas efectivas y seguras.

Dr. Alberto Checa Rojas

Cutibacterium acnes es la principal bacteria que ocasiona el acné común y destaca la necesidad de encontrar alternativas a los tratamientos con antibióticos convencionales debido a la creciente resistencia a estos medicamentos. Es necesario promover la importancia de no depender exclusivamente de antibióticos para el tratamiento antibacteriano del acné y explorar a la fagoterapia como una opción prometedora y segura para combatir esta afección. El acné, una afección cutánea común que afecta a millones de personas en todo el mundo, puede ser causado por una variedad de factores, siendo uno de los más destacados el microorganismo conocido como Cutibacterium acnes (anteriormente denominado Propionibacterium acnes). Este pequeño, pero significativo microbio juega un papel crucial en el desarrollo de las lesiones de acné, y su estudio se ha vuelto relevante en la búsqueda de tratamientos más efectivos y seguros para controlar estas lesiones.

Cutibacterium acnes y su papel en el acnéas

Cutibacterium acnes es una bacteria que se encuentra en la piel de la mayoría de las personas. En condiciones normales, no presenta problemas, pero cuando hay desequilibrios en el ambiente de la piel, puede crecer y desencadenar una inflamación, lo que conlleva a un taponamiento en el folículo pilosebáceo ocasionando brotes de color blanco con bordes rojizos. La bacteria se alimenta de las secreciones de las glándulas sebáceas de la piel, generando ácido propiónico, entre otras moléculas como subproducto. El ácido propiónico contribuye al proceso inflamatorio al estimular la liberación de moléculas que produce nuestro cuerpo como citoquinas proinflamatorias y promover la hiperqueratinización, lo que lleva a la obstrucción de los folículos pilosos lo que conlleva a la formación de comedones, pápulas y pústulas.

Resistencia a los antibióticos

Durante años, los antibióticos han sido una opción común para el tratamiento del acné moderado a severo. Sin embargo, el uso excesivo e inadecuado de estos medicamentos ha llevado al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que reduce su eficacia. Cutibacterium acnes ha demostrado una sorprendente capacidad para desarrollar resistencia a los antibióticos, lo que dificulta aún más el control del acné mediante este tratamiento. Los antibióticos tópicos y orales (eritromicina, clindamicina y tetraciclinas) contra C. acnes ha generado el surgimiento de cepas  multirresistentes, lo que ha provocado preocupaciones mundiales sobre la disminución del número de antibióticos que se pueden usar para tratar esta afección común, lo cual ha encarecido significativamente el tratamiento del acné. La resistencia a los antibióticos en C. acnes puede propagarse a otras bacterias comensales que colonizan la piel y los folículos, como Staphylococcus epidermidis, a través de la transferencia horizontal de genes. Por lo tanto, la administración de antibióticos no solo daría lugar a la aparición de cepas resistentes, sino también a la propagación de la resistencia a otras especies bacterianas. En Francia y España se determinó, que el porcentaje de pacientes portadores de cepas de C. acnes resistentes a eritromicina, con resistencia cruzada con clindamicina, es del 75 y el 90%, respectivamente. En México, el 90% de los pacientes que tienen C. acnes son resistentes a la azitromicina.

La importancia de no depender exclusivamente de antibióticos

Dada la creciente resistencia a los antibióticos, es fundamental adoptar un enfoque más holístico para el tratamiento del acné. En lugar de depender únicamente de los antibióticos, se deben considerar otras opciones terapéuticas para abordar tanto los síntomas como la causa subyacente de la afección.

Tratamientos alternativos a los antibióticos y sus riesgos

Existen diversas alternativas a los antibióticos para el tratamiento del acné, como retinoides, peróxido de benzoilo entre otros medicamentos tópicos. Sin embargo, estos tratamientos pueden tener efectos secundarios como irritación, sequedad y enrojecimiento de la piel y efectos adversos graves como daño del material genético en nuestras células de la piel, efectos teratogénicos (malformaciones en el feto) y cáncer. Además, algunos de ellos pueden no ser eficaces para todos los pacientes.

Fagoterapia como tratamiento alternativo sin efectos adversos

Una opción terapéutica emergente y prometedora para combatir Cutibacterium acnes es el uso de virus llamados bacteriófagos que eliminan específicamente a bacterias C. acnes sin afectar a otras bacterias beneficiosas en la piel y sin afectar nuestras células, ni la salud de nuestro cuerpo. Además, los bacteriófagos son los enemigos naturales de las bacterias y su aplicación de los bacteriófagos en un contexto de salud se le denomina fagoterapia. Esta técnica es ampliamente utilizada en muchos países y actualmente no se ha reportado ningún efecto adverso o secundario en su aplicación. Los fagos son altamente específicos y no conducen al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que los convierte en una opción más segura y efectiva a largo plazo para el tratamiento del acné.

Aspectos regulatorios del uso de bacteriófagos

Se debe destacar que su uso y regulación de los bacteriófagos en cosméticos es muy diferente a los de un medicamento. Los cosméticos están destinados principalmente a mejorar la apariencia y el cuidado superficial de la piel, cabello o uñas, sin tener un propósito médico. El uso de bacteriófagos en cosméticos presenta grandes desafíos y consideraciones, ya que, estos son virus que pueden interactuar con bacterias presentes en la piel y en el ambiente. Por tal motivo, se debe  analizar y verificar la ausencia de genes de resistencia a los antibióticos, de virulencia, de toxinas, que pudieran ser transferidos de bacteria-bacteria, o virus-bacteria. También, la seguridad y la estabilidad de los bacteriófagos en una formulación estable y garantizar que ningún efecto adverso este presente en una formulación. 

El potencial de los bacteriófagos en cosméticos podría representar una opción interesante y muy innovadora en la industria cosmética. En la actualidad, su aplicación está muy enfocada a equilibrar el microbioma de la piel para evitar lesiones ocasionado por la bacteria Cutibacterium acnes, esto permite mejorar la apariencia estética de la piel. Es importante tener en cuenta que la investigación en este campo continúa evolucionando, y es posible que en el futuro se encuentren aplicaciones en otros campos como el cuidado personal, y podríamos ver bacteriófagos en dentífricos, enjuagues, desodorantes, entre otros productos próximamente.

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